viernes, 13 de abril de 2012

La República Independiente de Juan

La foto es de Steve-h

Conozco a un hombre bueno; fumador, pero bueno. Es un hombre sencillo, que vive en el campo, trabaja para ganarse los cuartos (pocos) en un puesto estable de mileurista - será para siempre, el puesto, y el salario también.

De pequeño era un estudiante pésimo, y las maestras no sabían qué hacer con él. Era inquieto, y ponía una extraordinaria cantidad de energía en incordiar a las personas que estaban a su alrededor: compañeros, hermanas, o mascotas. La única persona adulta con autoridad real, según él, era Félix Rodríguez de la Fuente. 

La última vez que lo visité, estaba estudiando los cuaterniones, para un proyecto colaborativo de desarrollo de una plataforma para programar videojuegos. Así como os lo cuento.



Cuando digo que era mal estudiante, lo digo en serio. Sus resultados eran tremendos. Lo recuerdo un verano, en 2º de EGB, recibiendo toreando todos los días dos horas de clase, con la calorina que hace en Madrid en el mes de julio, y con el derecho a playa muy mermado en el mes de agosto a costa de los trabajos de recuperación. Consiguió a trancas y barrancas terminar la EGB sin repetir ningún curso, y llegó al instituto (esto no era opcional, porque en la familia, hacía ya dos generaciones, todos iban a la universidad, por las dos ramas). Allí consiguió entre junio y septiembre acabar 1º de BUP, pero ya 2º lo tuvo que hacer un par de veces. 

La imagen es de Tomás Reynoso
Cambió de instituto, y empezó a funcionar mejor: nuevos amigos, nuevos profesores... Consiguió acabar BUP, COU, aprender a coleccionar coleópteros, enamorarse, comprarse una cámara reflex, pasar la Selectividad, empezar una Ingeniería (entraría en los detalles del porqué), y mantenerse aferrado a ella unos DIEZ AÑOS, aprender a tocar el saxofón, programar un videojuego de Mus, volverse a enamorar, y por fin, montar una empresa con la carrera ya casi terminada. Una empresa que funcionó, en la fase experimental y a pequeña escala, durante casi dos años, pero que no llegó a desarrollarse del todo, por motivos esencialmente sentimentales - la vida es un todo.

Su siguiente paso fue terminar Ingeniería, mandar un CV (uno) y hacer unas pruebas psicotécnicas para una empresa pública. No tenían ningún puesto en ese momento abierto, pero le contrataron igualmente, en vista del resultado de las pruebas. Al poco tiempo, decidieron el puesto al que querían asignarle, como desarrollador de aplicaciones, administrador de bases de datos, y no sé cuántas cosas más relacionadas con el mundo agrario, aunque a 250 Km de casa. Eran los años 90, y estos perfiles pioneros en tecnologías se rifaban. Pero yo creo que había algo más... 

Cualquier persona habría accedido a moverse con la empresa cuando después de las maduras vinieron las duras, pero no él. Después de varios años, cuando se decidió concentrar a todos los empleados en Madrid de nuevo, él se plantó. No sirvieron las ofertas de promoción o de mejoras salariales. Se había afincado en medio del campo, y no quería ni oir hablar de volver a Madrid. Así que les mandó a paseo e intentó buscarse la vida en el entorno que había elegido para vivir. Probó distintas alternativas durante un par de años, y finalmente, opositó, se situó entre los 10 primeros puestos, y consiguió ese trabajo del que os hablé más arriba.

La imagen es de Miles Skorpen
Por el camino, se emparejó con una mujer estupenda, y tuvo un par de hijos preciosos. Su trabajo le deja tiempo para cuidar de todos sus proyectos: los afectivos y los intelectuales. Pasa mucho tiempo trasteando en las redes, y tiene un corazón totalmente 2.0. A día de hoy, está convencido de que solo podrá desplazarse usando combustible un tiempo muy corto, y se ha puesto manos a la obra, a estudiar lo que hacen otras personas que viven en entornos rurales, y a investigar sobre formas de consumo sostenibles, y basadas en la autosuficiencia - y por tanto, aceptando la "localidad" en relación con la forma de vida, pero valiéndose de la "universalidad" que le proporcionan las TIC. 


Para mí, es un hombre que ha triunfado en la vida, porque ha podido (y puede) elegir entre dejarse arrastrar por las aguas del cauce principal, antes plácidas, pero ahora revueltas, y los arroyos y ramificaciones marginales, menos caudalosas y más navegables con su propia balsa. 

Ayer visité su blog, en el que hasta ahora exponía las fotos que roba a las aves desde su escondite, y encontré varios proyectos en marcha en la línea del "ciudadano autosuficiente". 


Este hombre es mi hermano, al que miraba con mirada crítica porque no se plegaba en casa, no se plegaba en la escuela, no se plegaba en los scouts, no se plegaba en el trabajo. Mi hermano no se ha plegado ante la vida, ante los demás. Es la persona más inteligente, creativa y satisfecha que conozco. Y más anti-sistema, también. Su familia sí que es una república independiente, y no lo de IKEA.

Ahora mismo, siento una gran admiración por el rumbo que, junto con su pareja, ha imprimido a su vida. Admiro, en particular, su capacidad para ser fiel a sí mismo, pese a todas las cuestas arriba que ha tenido que superar a lo largo de su vida. Y escribo sobre él por dos motivos: el primero, porque me siento orgullosa de poder decir que es mi hermano; y el segundo, porque creo que en la escuela hay muchas niñas y niños como él, maniatados, amordazados y con los ojos vendados; algunos de ellos, tal vez, aprendan a moverse, a expresarse y a ver, a través de todas esas "cárceles del alma" en que les encerramos los adultos, e incluso sus iguales bien adaptados; pero muchos otros prisioneros de nuestras expectativas y frustraciones perderán sus maravillosos tesoros infantiles en el camino hacia la madurez y se convertirán en personas adecuadas o fracasadas, o las dos cosas a la vez. 

La imagen es de Sarah Macmillan

Todavía hoy me pregunto qué es lo que salvó a mi hermano, qué es lo que le ha permitido seguir aferrado a las riendas de su vida y no soltarlas nunca. Apostaría que el amor de su padre y su madre, de sus amigos, de sus amantes, y posiblemente de algún docente (le preguntaré). Por encima de sus métodos y de sus ideas sobre lo correcto y lo equivocado, se puede adivinar el amor de las personas que han sido importantes en su vida. Qué suerte que ha sabido remezclar todas esas exigencias, reproches, besos, vociferantes discusiones, gestos de decepción, abrazos, amenazas, mañanas de pesca... y traducirlo, interpretarlo como una muestra innegable de amor.


Porque, seguramente, el amor es de lo único de lo que no podemos prescindir.





19 comentarios:

  1. Qué post tan hermoso, @NicolasaQM. Encontré muy emocionante y admirable la historia de tu hermano, un ejemplo de cómo supo vencer o "torear" el sistema escolar y no elige plegarse al conford de las aguas mansas... Comparto que el amor es una pieza clave, así como la confianza, la comunicación, la libertad, flexibilidad...compromiso,... grandes palabras para grandes historias como esta. Seguro que tu hermano también te admira a ti ;-)

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    1. Gracias, muchas gracias. Naturalmente, faltan muchos detalles, que 40 y tantos años dan para mucho (si fuera capaz de "administrar" las historias, sería escritora, pero enseguida se me escapa cómo acaban); pero creo que, en esencia , esta claro que necesitamos replantearnos lo que es tener éxito en la vida ;)

      Para mí, tener un hermano así, y disfrutarlo, me acerca a mi idea de éxito ;)

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    2. Tienes razón, tener un hermano así y disfrutarlo... y compartir tu admiración, es realmente grande ;-) Por cierto, también tengo un hermano que adora las cosas del campo, le acabo de enviar "cosillas del campo" http://goo.gl/KtsQH... seguro que le encantará y le inspirará. Un abrazo.

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  2. Quizá eso es lo que se pierden muchos niños y jóvenes hoy en día: tener hermanos, en plural. Aun a riesgo de generalizar y no considerar las posibles circunstancias de cada una, las familias con un solo hijo me dan un punto de tristeza.

    Es un post precioso, Nicolasa, me ha encantado.
    Un beso.

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    1. ¡Gracias! Me alegro de que te haya gustado. Y sí, los hermanos (que suelen ser una pesadez cuando no tienes más remedio que estar con ellos) son de los mejores maestros de la vida, aunque no te das cuenta; y cuando cada uno encuentra su camino y tiene ocasión de florecer por su cuenta, por fin puedes apreciar la fragancia verdadera de cada uno, y la pequeña impronta familiar...

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  3. Hoy mismo, sin haber recibido tu aviso de este post, sin haberlo leído, hablaba con una aspirante a profe. Le decía que lo 2.0 había empezado siendo tecnología; pero nos habíamos dado cuenta de que era metodología; para pasar a descubrir más tarde que era, realmente emoción; y terminar aprendiendo que la emoción conlleva una ética. Que la escuela basada en la transmisión de contenidos se estaba perdiendo lo mejor: el querer. No, no... Los quereres... Querer como "movimiento hacia..." y querer como "con quien ir en ese movimiento hacia...".

    Tu hermano tuvo suerte. Aprendió los quereres a pesar de que no se enseñaban. Probablemente no los aprendió en el sistema educativo. O si, a saber. Pero ese querer ir a algún sitio, y ese querer ir con alguien... Eso no tiene precio.

    Vengo de cañas. Así que... Brindo por un sistema educativo así, fundamentado en ese verbo: querer. ¡Por aprenderlo y por enseñarlo!

    Beso para ti, por unas palabras tan bonitas y tan bien regaladas. :)

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    1. Aprender los quereres... ¡suena fantástico! ¿Podremos ayudar a esos chicos y chicas a aprenderlos?¿Podremos mostrarles, enseñarles, nuestra forma y otras formas de seguir siempre en movimiento, y bien acompañados?¿Y aprenderemos un poco más nosotros?

      Yo creo que sí, que podremos.

      ¡Pasa un buen viernes de cañas, compañero!

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  4. Cierto, no me había acordado de Pennac...

    Nos ha costado muchos, muchísimos años valorarnos, respetarnos, querernos de una manera sana. Ahora estamos cerca aunque nos separan más de 600 Km; nos vemos dos veces al año, pero compartimos más que cuando vivíamos en la misma casa... Y nos reconocemos como partes de una misma "cosa", con un pasado común, sin olvidar que tuvimos nuestros más y nuestros menos, nuestras diferencias, pero estas quedan como diluídas por el tiempo, pierden importancia con la perspectiva que dan los años... Nos conocemos bien, y sabemos de que pié cojeamos, pero eso no tapa (ya no) lo que cada uno ve de bueno o de admirable en el otro. Y eso me gusta.

    Gracias por... ¿todo? :D

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  5. Te quiero, hermana.

    Pero te has pasado un poco, parece que yo hubiera ido eligiendo las cosas con un propósito definido... y en realidad a sido más bien una cuestión entrópica...

    Pero el post es precioso, aunque sea sobre mí :)

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  6. Qué bonito, María, qué bonito...

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  7. Qué emocionante artículo. Y qué suerte que alguien escriba algo así sobre uno...

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    1. ¡Gracias! La vida es emocionante, así que ¿por qué no compartirlo? :)))

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  8. Con este artículo me doy cuenta de cómo twitter cambió mi forma de leer en la red, de leer y de comentar. Gracias por tus palabras, María. Son un regalo para quien las encuentra. Invitan a muchas reflexiones, algunas inesperadas. Cuánto bien sois capaces de hacer algunas personas desde la distancia. Quizá porque solo sabéis ser próximas y siempre parece que estáis cerquita, en la puerta de al lado.
    Un abrazo a todos: Fernando, Manuela, Jose Luis, Araceli... y por supuesto María y Juan, gracias por vuestra historia. ;-)

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  9. Maravilloso. Y eso que yo buscaba cosas sobre los USA. Me atrapó la lectura, ¡ vuelve !

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    1. Lo de los USA está sobre todo en este tumblr frikifamily.tumblr.com, aunque también había algún post aquí... Y sí, algún día tendré que volver... :)

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  10. Maravilloso. Y eso que yo buscaba cosas sobre los USA. Me atrapó la lectura, ¡ vuelve !

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