Tenía pendiente contribuir con mi entrada a la demostración de “fuerza” en el día contra la violencia que llamamos “de género”. Para mí, como mujer, es uno de los tipos más dolorosos de abuso de poder, porque está basado en una característica de los varones de nuestra especie que es su mayor fortaleza física, y la posición social de dominio en que esta les ha colocado. Los hombres tienen una posición de poder sobre las mujeres consolidada desde la antigüedad y basada en el miedo: a la autonomía, al desprecio, a la pobreza, al dolor, a la soledad, al aislamiento, a la incomprensión… El miedo, y lo mismo daría tenérselo a un rinoceronte…
Muchos hombres han superado este modelo, que yo llamaría “de homínido”, o “de primate con habla”, y aunque conserven resquicios de un interesado machismo que les hace la vida más fácil, no torturan ni amenazan a sus parejas. Muchas mujeres han superado este modelo, que yo llamaría de “recolectora-reproductora”, y pese a que trabajan el doble que sus parejas, no tolerarían ni un asomo de violencia, ni una insinuación de alarde de poderío,
Seguramente es aventurado decir esto, pero no creo que la violencia “de género” esté basada en convicciones, sino en la falta de control de las propias emociones. Por el contrario, acabar con este tipo de violencia (como con los demás tipos) está MUY vinculado a las convicciones. Creo que solo desde la convicción de que la violencia no es camino hacia ningún lugar donde deseemos estar podremos conseguir, entre todas y todos, erradicar este nefasto recuerdo de nuestro paso por las cavernas.
Por eso quiero hacer un pequeño homenaje a mi amiga Estrella, @starpy, y a su Tribu de Fuenlabrada, por el trabajo que han hecho para recordar a tantas mujeres maltratadas, para que no olvidemos por donde se empieza y cómo se acaba, y para que llamemos a las cosas por su nombre. Lo podéis ver aquí:
http://latribudepcpi.blogspot.com/2010/11/25de-noviembre-dia-internacional-contra.html
Si hablamos de ello, si lo pensamos, si no volvemos la cabeza, si abrimos los ojos ante lo que está pasando, entonces tendremos en nuestras manos el poder de cambiarlo.
Tomo también prestado de su post el vídeo “El cuento de hadas”, que me ha puesto la carne de gallina.
Y por último, quiero dar las gracias especialmente a Miguel, Pablo, Miriam, Celia y Arancha por sus estremecedoras descripciones. Bravo. Bravo. Bravo.
¿Y los niveles de testosterona?. ¿No tienen nada que ver con el impulso primario hacia la agresividad?. La voluntad puede sobreponerse al instinto, pero no podemos negar que existe.
ResponderEliminarUn saludo