sábado, 30 de abril de 2011

Emotionware (esto no lo aguanta el papel)


(Republico este post, escrito al acabar el EABE10, para ir calentando motores…)

Extraño momento de la vida éste... Las personas por las que, en otro tiempo, he profesado admiración (o lo hubiera hecho, si les hubiese conocido) me producen ahora una gran ternura, algo así como una "admiración emocionada". Entre esas personas, naturalmente, están mis padres, ya jubilados, y entrando en el terreno de la decrepitud física (afortunadamente, con buenas perspectivas dentro de lo que la esperanza de vida permite). Pero no son mis padres los que primero me vinieron a la cabeza mientras concebía este post, sino los protagonistas de esto:

http://www.youtube.com/watch?v=L02lPCBNUv8


o de esto:

http://navegarsinnaufragar.blogspot.com/2010/05/conozco-muchos-hombres-buenos-eabe10.html

y podría seguir poniendo enlaces, y la lista sería muy larga.

Por el contrario, aquellas personas que hasta ahora me suscitaban, sobre todo, ternura (esencialmente, mis hijos) ahora me producen una enorme y tierna admiración. Y quería compartirlo con todos.

Estos twits de mi hija mayor (que dedicaba a una profesora) los tengo guardados de hace unos días, porque me dejaron parada, e inmediatamente sentí la "llamada del tumblr". Me parece increíble, por TODO lo que significa, desde todos los lados del conflicto. Pero lo que realmente me emociona y me admira es la simplicidad del siguiente:

No penséis que esto me desanima en mi proyecto. Por el contrario, me hace pensar que estaré en este camino muy, muy bien acompañada, y si el próximo año consigo ir al EABE11, también haré el viaje muy bien acompañada.

Y estas dos certezas me emocionan.

Nota de actualización: Como sabéis, me he inscrito en el EABE11 con mi hija, que me acompaña, y que quiere aportar su punto de vista, para que no se nos olvide.

Además, espero disfrutar tanto como vaticina este video que ha subido Gorka (@gorkafm) y volver a casa con sensación de que la victoria no está tan lejos.


Relato en la nube

Tengo un amigo estupendo, maravilloso casi, que tiene la virtud de estimular mi parte más creativa. Gracias a él, empezó una historia... la historia de Nicolasa, que siguió su propio curso por la red...

Aquí os lo dejo para que lo disfrutéis si es el caso. Más abajo, dejo las pistas del relato, en el mismo orden y en los lugares en que fue construido.

HISTORIA DE NICOLASA

Habia una vez una niña que se llamaba Nicolasa, era un poco rara, pero leía. Fin.

(ilustración y texto al pie de Eva Vázquez)


Cada día, Nicolasa buscaba su hueco para retomar su lectura infinita. Subía hasta la nube más blanca y esponjosa, donde había colocado su sillón favorito, y se sentaba, dejando que sus pies colgaran sobre el mundo.

Nicolasa se entregaba a su lectura y, literalmente, desaparecía entre las páginas de su libro...

...apareciendo justo al otro lado... pero esa historia, tal vez, la contará otra persona...

Yo-Yo Ma – Unaccompanied Cello Suite No. 1 in G Major, BWV 1007: Prélude - Instrumental

Nicolasa daba vueltas pensativa alrededor del libro, que había dejado abierto sobre el suelo. Daba vueltas y a veces paraba frente a él, se agachaba, leía atentamente, y hacía ademán de pasar página… pero no, no llegaba siquiera a tocar la esquina de la hoja, porque volvía a poner sus ojos sobre las letras, las palabras, las frases… cerraba los ojos, movía la cabeza a un lado y a otro, y de nuevo se levantaba, para continuar su dubitante caminar en torno al libro.

Pobre Nicolasa, atrapada entre los párrafos de su amada lectura. “Cómo, – piensa - cómo podré elegir entre la belleza que he disfrutado, y la que no tengo certeza de que me esté esperando a la vuelta de la página…”

Así que Nicolasa sigue rodeando, paciente, las hermosas palabras, las palabras leídas y las palabras por leer, hasta que despacio, despacio, va cayendo, dormida y agotada, sobre el libro abierto que dejó en el suelo.

¡Y, de pronto, las letras echaron a volar!

Nicolasa despertó, sobresaltada, con un terrible cosquilleo en sus mejillas, en su pelo trenzado…

Al abrir los ojos vio cómo las letras iban levantando el vuelo en un torbellino diverso y colorido, acariciante y huidizo, como mariposas inquietas por descubrir mundo, como pétalos de flor arremolinándose en el aire… Volvió a mirar el libro, en un arrebato de intuición, y allí estaba, abierto, mostrando un esplendoroso blanco, inmaculado y expectante blanco. Pasó una hoja, y otra, y otra, primero lentamente, con precaución, y después, a toda prisa, con fruición…

Nicolasa sonreía. Ahí estaba la belleza que buscaba: un libro en blanco, entero, por escribir.

Charlie Hunter – More Than This


Charlie Hunter – More Than This A la vista de aquellas páginas puras, deslumbrantes, tentadoras, Nicolasa sonreía, imaginando todas las posibilidades, paladeando de antemano toda la belleza que podría recoger para reflejarla con letras, y puntos, y números, y paréntesis… ¡Cuánta, cuánta belleza! Toda la que quisiera, hasta que se le saltaran las lágrimas, se le escapara la risa, se atragantara de tos, hasta tener palpitaciones… ¡Si ya estaba llorando, y riendo, y tosiendo, y su corazón iba a mil! Y entonces supo Nicolasa que estaba ante su propio corazón. Su corazón abierto, despojado de heridas, limpio de manchas, preparado para sentir… un libro en blanco dispuesto para empezar a escribir en él sus historias, las historias de su vida. Así fue como Nicolasa, que fue una niña un poco rara, pero leía, se convirtió en una mujer que, siendo aún un poco rara, escribía. Y ahora sí, fin. Charlie Hunter – Day Is Done Special thanks:  Ilustración e inspiración, gracias a @zigaurre (http://bit.ly/8SixBE)   Música, gracias a Spotify (Charly Hunter & Norah Jones)

A la vista de aquellas páginas puras, deslumbrantes, tentadoras, Nicolasa sonreía, imaginando todas las posibilidades, paladeando de antemano toda la belleza que podría recoger para reflejarla con letras, y puntos, y números, y paréntesis…

¡Cuánta, cuánta belleza! Toda la que quisiera, hasta que se le saltaran las lágrimas, se le escapara la risa, se atragantara de tos, hasta tener palpitaciones… ¡Si ya estaba llorando, y riendo, y tosiendo, y su pulso iba a 1000!

Y entonces supo Nicolasa que estaba ante su propio corazón. Su corazón abierto, despojado de heridas, limpio de manchas, preparado para sentir… un libro en blanco dispuesto para empezar a escribir en él sus historias, las historias de su vida.

Así fue como Nicolasa, que fue una niña un poco rara, pero leía, se convirtió en una mujer que, siendo aún un poco rara, escribía.

Y ahora sí, fin.

Charlie Hunter – Day Is Done

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Mi amigo empezó en http://zigaurre.posterous.com/cuento-9, y en los comentarios dejé una pequeña aportación. Pero se despertó el monstruo de las historias, así que continué en mi tumblr, primero aquí http://nicolasaquidman.tumblr.com/post/315286944/la-ilustracion-de-eva-vazquez, luego aquí http://nicolasaquidman.tumblr.com/post/316129481/y-de-pronto-las-letras-echaron-a-volar, y después, aquí http://nicolasaquidman.tumblr.com/post/316310303

Mi amigo me dejó la última imagen que necesitaba en los comentarios, y pude terminar la historia, por fin, en http://nicolasaquidman.tumblr.com/post/316925578/charlie-hunter-more-than-this-a-la-vista-de

lunes, 18 de abril de 2011

#500palabras sobre el propósito de la educación

…me parecen pocas.

Pero si tengo que elegir solo 500 palabras, las dedicaría a convenceros de que la educación es la herramienta más poderosa de que se ha dotado el homo sapiens para perpetuarse como especie, y también, la más potente arma de destrucción.

Algunos ejemplos de para qué puede usarse la educación:

1. Para transmitir todo lo positivo que hemos hecho como especie: nuestros inventos, nuestras ideas, nuestras creaciones, pero sobre todo, nuestra capacidad de inventar, idear, crear, y disfrutar de todo ello

2. Para enseñar que nuestra forma de relacionarnos no solo es competitiva, sino colaborativa, solidaria, empática. Los logros que alcanzamos como sociedad no son solo muchos pequeños logros individuales, son también logros colectivos, de los que cada uno de nosotros puede beneficiarse

3. Para aprender que no solo hace falta escuchar, que también a veces hay que gritar más alto que los demás para que nos oiga todo el mundo si hace falta, y qué maneras tenemos de defendernos de los abusos de poder, que a veces no son más que descuidos de apisonadora

Creatividad, colaboración, empatía, juicio crítico, sentido de la justicia, y conocimiento…

Así, la educación perpetúa nuestra condición de seres libres, que tienen en su mano la posibilidad de desear y llevar a cabo cambios, gracias al conocimiento de sus iguales, y de las normas que regulan la convivencia (entiendo que esta idea de libertad es relativa, porque es una libertad, a la larga, absoluta, pero a la vez limitada en el corto plazo de nuestra vida individual).

Sin embargo, la educación puede también usarse para adiestrar personas dóciles y que se conforman, con aspiraciones que no ponen en entredicho el statu quo, que consolidan las diferencias en lugar de suavizarlas. No es tan difícil: basta con centrarse en quiénes somos y de dónde venimos, en lugar de mostrar quiénes podríamos llegar a ser y todos los caminos que podemos tomar; en lugar de mirar hacia dónde deseamos ir y en qué nos queremos convertir, nosotros, nuestros hijos e hijas, nuestro alumnado.

El propósito de la educación no es el mismo para todo el mundo. No es independiente de la idea de sociedad que queremos construir, en la que queremos vivir. Yo quiero una sociedad justa, equitativa, respetuosa, diversa, constructiva, eficiente, sostenible, consciente de los problemas presentes y futuros que son resultado de nuestra forma de vida actual, una sociedad cuyos individuos sean capaces de pensar colectiva y creativamente sobre esos problemas y encontrar soluciones reales para ellos. Con los pies bien plantados en el suelo.

Por tanto, para mí, el propósito de la educación es que las personas, que primero son niños y niñas y después, adultas, estén preparadas para conseguir, a través del conocimiento, la reflexión, el debate y el consenso, cambios en la sociedad a la medida de sus deseos y aspiraciones, elegidos del catálogo global de todos los deseos y aspiraciones que los seres humanos son capaces de concebir… por encima de las nubes, y más allá...

#500palabras

jueves, 7 de abril de 2011

DE IDEAS, DE PALABRAS, Y DE INCOMPRENSIBLES ADOLESCENTES

Esfuerzo, dedicación, sufrimiento, sacrificio, voluntad, compromiso…

Me preocupan los conflictos terminológicos que nos gastamos últimamente... Resumen: ¿de verdad creéis que todas esas palabras están en el mismo paquete, y que hay que sufrir para aprender?

Me gustaría que hiciéramos todos una pequeña reflexión (o grande) sobre cómo estudiamos, cómo aprendimos lo que sabemos. ¿Con qué cosas sufrimos cuando estábamos en la escuela o el instituto? ¿Sufrimos por el esfuerzo?¿Sufrimos por el desinterés? ¿Sufrimos con lo que no nos interesaba porque nuestra meta estaba clara?

¿Podemos hablar de sacrificio cuando lo que hacemos era estrictamente para nuestro beneficio personal? Y si es así, ¿qué valor moral tiene eso? ¿No deberíamos hablar, más bien de compromiso con nuestro proyecto vital? ¿Y a qué se debe que las personas adolescentes no encuentren un proyecto con el que comprometerse? ¿Es de nacimiento? ¿Es que ellas mismas lo han elegido, ya han forjado una personalidad gandula y poco entusiasta en el tiempo que llevan viviendo?

No me gusta cuando oigo que al alumnado de ahora no le gusta esforzarse, no entienden que sin sacrificio y abnegación no se llega a ningún lado… Analicemos esto un poco, con honestidad, que es lo que siempre os pido:

1. En primer lugar, he oído a profesorado de secundaria quejarse del alumnado de 1º y 2º de eso, comparando con… ¿con quiénes? Esos niños y niñas estaban en la escuela, con una adolescencia ya imparable… Por citar algún ejemplo, puedo citar mi propia clase de 8º EGB (13 años): durante ese curso, nos escapábamos en el recreo a la calle, para echar un pito o un peta, comprar galletas o patatas fritas en el super, y hacer unas risas a costa de Don Ramón o Doña Charo… Mi amiga Paz se quedó embarazada. Había expulsiones, y capones, y castigos… y de esto hace unos 30 años… Yo creo que no éramos diferentes. Solo éramos nosotras, nosotros, y nos tenemos en gran estima, además de querernos… ¿no?

2. ¿Acaso a vosotros os gustaba esforzaros? A mí, solo para lo que me interesaba. Para lo demás, la Máster Card: esto es, lo suficiente para pasar el escalón y acceder al siguiente. He sufrido con todo lo que no he conseguido que me entretenga, o mejor dicho, que me desafíe intelectualmente, o emocionalmente: hacer esta integral o ligarme a ese tío o convencer a mi rival en la discusión de turno. Así, al mismo nivel. En mi adolescencia siempre sentí que tenía delante retos… o muermos. Pero digamos que fui capaz de sobrevolar por encima de los muermos con las alas de los retos ¿Pueden decir esto nuestras alumnas y alumnos? ¿Tienen retos que les den alas? ¿O lo que se les ofrece, en la sociedad, en la escuela, en casa, es un muermo?

3. Cuando estabais estudiando, digamos… latín, por poner un ejemplo (para mí fue terrible, pero para muchos de mis compañeros y compañeras eran la física, la química, o las matemáticas), ¿pensabais “voy a sacrificarme, porque el dolor de estudiar las declinaciones me hará grande”, o por el contrario, tratabais de pasar el trago lo más rápidamente posible?¿Son el sufrimiento, el sacrificio y la abnegación, valores en sí mismos, o son instrumentos para alcanzar lo que una se propone? ¿Podríamos decir que cualquier estrategia personal podría valer? ¿Podíamos hablar, de forma genérica, de motivación? Interna, externa… es el motor que mueve el mundo (junto con la Máster Card): no hablo de hacer circo o malabares, sino de encender una chispa. Ser bujía. Y cada motor prenderá cuando esté preparado.

Todavía no he hablado de pedagogía. Sin ánimo de ofender a los estudiosos, ni de negar su utilidad o su importancia. Ni de metodología. No me ha hecho falta hacerlo. En este punto estoy hablando de personas. He hablado de empatía, ya sabéis, ponerse en el lugar del otro; y de memoria. Sí, de memoria (las personas adultas no crecemos en los árboles) acompañada de reflexión sobre las propias vivencias (esto ayuda, a su vez, a la empatía), sobre lo que éramos o no éramos capaces de hacer, sentir, expresar, aguantar… y de lo que eso significó en nuestra trayectoria, académica, afectiva, vital…

Quería hablar de unas pocas palabras que me recuerdan a otros tiempos, en lo bueno y en lo malo, de unas palabras que van adquiriendo otro significado, por que el marco cultural en el que se enuncian también ha cambiado. Es un marco en el que entran en juego palabras nuevas: diversidad, inclusividad, sostenibilidad, tecnología, cooperación, inmigración, multiculturalidad, globalización… un marco en el que en vez de ir a misa los domingos, se va al centro de la tercera edad a hablar con los ancianos que pasan allí los últimos días de su vida, a conducir ambulancias para recoger papillas humanas de las carreteras, o a recuperar un centro de comunicaciones destrozado por un tsunami. Son los mismos, las mismas, jóvenes que a los 13 años parecían el enemigo… pero solo lo parecían.

Solo hay que dar tiempo a que maduren, a que sean capaces de tomar las riendas de sus propias vidas. Y entre tanto, podemos echar una mano… o rasgarnos las vestiduras.

Personalmente, prefiero echar una mano, y de paso, disfrutar viendo como crecen.

Créditos de las imágenes:

- Fotocomposición encontrada en http://library2.usask.ca/~fichter/blog_on_the_side/2007/10/vision-of-students-today-michael-wesch.html, a partir de imágenes de whateva87,sweetpea.loty30, Hari Bilalic, El Negro Magnifico via flickr (Creative Commons license)

- Voluntarios retirando chapapote, sin créditos :( pero de aquí

- de EFE (en Yahoo)

domingo, 3 de abril de 2011

No son mis #500palabras, porque son casi 1000...


He publicado en mi otra casa, la del blogueo rápido, pero me quedó un poco largo... así que lo enlazo aquí también. Es un poco provocativo, pero es la única forma de que ciertas reflexiones se hagan seriamente, y con toda la honestidad.

No me lo tengáis en cuenta, soy un poco kamikaze con las letras...



La foto es de aquí