sábado, 4 de junio de 2011

EABE11 y tal y tal….


Planificar, discutir, compartir, organizar, ahorrar, compartir, reírse y escribir, como locas, compartir, ir y venir, convencer, nervios, responsabilidades, nervios, vértigo, nervios, algo inventaremos, nervios, sonrisas que se escapan, conversaciones telefónicas, saborear lo que se avecina, nervios, más nervios, kilómetros, y kilómetros, y kilómetros, primeros encuentros, más kilómetros, una casa cutre a compartir, pero unas ganas de encontrarse con la gente, subir, subir, subir, timidez, atisbar hasta encontrar la mirada conocida,… ufff tantas cosas de las que hablar y de repente la mente en blanco… subir, subir, y por fin sentarse a escuchar los mensajes de bienvenida, y seguir saludando a los amigos y amigas más queridas, qué gusto reencontrarse o conocerse después de tantos meses…

Yo soy de las novatas de #EABE11 (eso sí, nadie lo diría). Por eso acepté el compromiso de coordinar uno de los espacios oficiales; por eso “lideré” el alquiler de un alojamiento usando un googledocs que parecía la casa de las locas… ¡ah! ¡que no era por ser novata! ¿O es que novata o novato solo es quien quiere? No se trata (creo) de timidez, porque yo soy (según con quién, tengo testigos) tímida como la que más; se trata de creérselo. De creer que el compromiso que una adquiere sirve para algo, a una misma, a otros…

Nunca pensé yo que iría a un #EABE a nada más que a escuchar y a aprender. Como siempre que me encuentro con vosotros y vosotras, docentes, blogueros, twitteras, antes de irme a la cama ya estoy afónica… porque también voy a que alguien escuche lo que quiero decir ya de una vez.  cerradura

Tampoco pensé que iba al #EABE11 a innovar… más bien a encontrar ideas sobre cómo conseguir que mi familia y las de todos y todas entren en los centros por la puerta grande, a decir lo que quieren, lo que esperan de la escuela, lo que necesitan para educar a sus hijas e hijos, lo que son capaces de aportar en favor de la escuela y de la educación. Y, dónde mejor que en un encuentro lleno de docentes sensibles a esta idea para encontrar puertas abiertas o palabras clave o llaves maestras.

La foto es de Taly

No me gustó viajar tan lejos pero ¡qué más da, si el destino era tan deseado, si había tantos brazos abiertos para recibirme, tantos besos y tantas sonrisas! 

No me gustó sentarme en un graderío a escuchar, y esto lo digo con pena, porque nos cuesta mucho romper con ese modelo: no me gustan los micrófonos, porque en los grupos “operativos” las distancias físicas entre la gente y el interés en el intercambio lo hacen innecesario, pero ¡qué más da, si luego me escapé a la calle en cuanto pude! Una pequeña concesión a alcaldes o alcaldesas, que nos reciben… pero con una disposición que invite a la brevedad, o incluso – de nuevo – a cruzar pareceres… El verdadero tesoro del #EABE es su horizontalidad. La exposición-exhibición y cierto tipo de visibilidad van muy juntos, y creo que ese no es el camino del #EABE: ni grandes audiencias, ni micros que tapen los murmullos, pero es una opinión, y allí estuvimos más de 100.

EABE11 024 No me gustó la idea de coordinar uno de los espacios, porque implicaba renunciar al resto, pero ¡qué más da, si los espacios y sus títulos eran (casi) coincidencias de un momento de inspiración! Tal vez habría encontrado en ellos justo lo que esperaba encontrar, pero solo es una posibilidad, porque todo depende de lo que entienda la “organización horizontal”: el espacio se convierte en lo que quieren las personas que están en el… ¡y esto sí que es una enseñanza importante!

No me gustó perderme la siesta, ni lo difícil que fue recoger las conclusiones del espacio sobre Familias y Alumnado, porque (creo) para sacar conclusiones que sirvieran a cada uno, había que estar en él. Podría compartir mis conclusiones personales, y lo haré, pero ¿a quién iban a servir, más que mí? Y eso, que en un principio me pareció frustrante, visto desde la distancia y con el entusiasmo asentado en las capas más profundas del corazón, es lo que yo me llevo del #EABE11: poder crecer personalmente para aportar valor a un conjunto, sea cual sea el conjunto, y tener ocasiones para formar esos conjuntos que producen resultados… o conjuntos que lo intentan (ciencia es probar, y leer, y explicar, y volver a probar)

No me gustó ver a algunos amigos doloridos, desilusionados, agotados, ni probar yo misma el sabor de la decepción, pero ¿qué esperabais, con tanta intensidad de sentimientos? El calor que sentimos en Casares venía de estar casi tocando las estrellas, pero también del fuego abrasador de los infiernitos personales… Sin embargo encontré tanto cariño, tanto abrazo desinteresado, tanta escucha (o quizá no tanto, pero tan bueno y tan de verdad), que el mal rollo se convirtió en una gota de agua en el océano más humano en el que he nadado nunca…

Van apareciendo, poco a poco, discretamente, los post cocidos a fuego lento, los que miran a los corazones de las personas y emocionan con palabras templadas y cariñosas. En #EABE aprendemos (o practicamos, si lo tenemos sabido de casa) a expresar que nos queremos, que nos apreciamos, que nos valoramos… qué bueno es ese aprendizaje, y qué bueno si logramos transmitirlo a nuestras hijas e hijos, a nuestro alumnado…

Lo que yo esperase llevarme de #EABE11 es irrelevante, y lo que importa es poder llevarme lo que realmente había: pasión, conversación, entusiasmo, ganas de trabajar y de divertirse, de disfrutar de la vida dentro y fuera del trabajo (¿existen realmente un dentro y un fuera?) y gusto por compartir, por contrastar, por dar y recibir ánimos, por mostrar inquietudes, preocupaciones, y también soluciones, tanto probadas como sin probar, problemas en el reducido ámbito del aula, o en el más amplio de la vida, así, en general.

EABE11 002 Y todo esto, a la educación ¿le sirve para algo? Pues sí, y no. Sirve a las personas que estuvimos allí (aunque parece que no a todas) que somos más felices cuando encontramos a seres semejantes, con los que tenemos afinidad, con los que montamos proyectos, con los que nos sentimos queridas, valorados. Y sí, creo que a la educación le sirve de mucho. En cierto sentido, #EABE tiene mucho en común #15m (dentro de unos límites):  puede haber quien busque la notoriedad, quien trate de aprovechar el movimiento para su propio ascenso… pero eso no define el fenómeno, sino que da cuenta de la condición humana, que incluye la miseria de miras.

O mucho me equivoco, o #EABE responde, también, a la indignación, y a la necesidad de plantear bien las nuevas preguntas, y de buscar respuestas alternativas a las preguntas viejas.

El hecho de que no todas las personas que apoyan estos movimientos ciudadanos los identifiquen con política es un problema, ciertamente. Pero la conciencia política no está homogéneamente repartida entre la población, como no lo están la cultura, la pobreza o el suelo. Eso no resta valor al propio movimiento, sino que ofrece una oportunidad para lavar la imagen de la política, reivindicando su dimensión ética frente al mero ejercicio del poder por el poder. Para recuperar la política, que es nuestra.